Bienvenidos a Tierras Desoladas Clásico, un servidor de rol total y brutal, con un ambiente que respira a los servidores de rol de antaño pero actualizado y con mecánicas y aspecto más actual. TDC es que la resubida/resurgir o retorno del servidor clásico de Tierras Desoladas a su versión más primigenia donde el rol prima por encima de todo.
TDC no es más que un servidor old school que se sustenta más en el rol del servidor y en sesiones con DM que en otras cosas. El servidor será de carácter privado y se accederá bajo invitación, pero se comportará como un servidor de mundo persistente más, al menos en sus inicios.
El módulo lleva meses de trabajo constante y actualización para poder ofrecer una experiencia más actual y con mejores mecánicas y sistemas que la versión más antigua de Tierras Desoladas, en la que nos estamos basando.
¿Estás preparado para sobrevivir a un mundo brutal donde casi cualquier cosa puede derrotarte? ¿Crees que podrás reconducir el rumbo de las Tierras y traer de nuevo la paz a este mundo?
¡Se bienvenido a Tierras Desoladas Clásico!
Han pasado 38 años desde la última gran guerra que cambió para siempre el equilibrio de las Tierras Desoladas. El mundo, tras el fragor de la batalla y el sacrificio de muchos, entró en una era de relativa paz. Las ciudades prosperaron, los caminos volvieron a ser transitables, y las alianzas forjadas en el conflicto se mantuvieron, al menos en apariencia. Pero bajo la superficie de la tranquilidad, algo se mueve.
En el sur, las gentes de Istek, Galparan y la Puerta del Tral comienzan a notar que las viejas heridas del mundo no han cerrado del todo. Más al norte, los ríos centrales y las tierras heladas vuelven a mostrar señales de un mal latente. Fenómenos extraños, desapariciones, visiones y brotes de magia incontrolable empiezan a despertar preocupación entre sabios, autoridades y aventureros por igual.
Una nueva amenaza se avecina, silenciosa pero implacable. Y en este nuevo capítulo, los héroes del presente deberán enfrentar decisiones que podrían definir no solo su destino, sino el del continente entero. Las piezas están en movimiento, y el tablero vuelve a estar listo para quienes se atrevan a caminar por él.